1. iSmell
Este cachivache fue un prototipo en 2001, pero nunca salió al mercado. Era un dispositivo periférico con forma de tiburón diseñado para emitir hasta 128 olores al abrir determinadas páginas web o correos electrónicos. Que recibes un correo de tu novio, olor a rosas. Que abres una web sobre trabajo basura, pues eso.
Además, la empresa creadora aseguraba en su página web se podrían descargar nuevas configuraciones, lo que daría al videojuego o a la película aún más realismo. Al parecido a lo que décadas antes había intentado el Olor-o-Visión, un sistema ideado por Hans Laube y que sólo se ha empleado una vez por completo, en la película de 1960, Scent of Mystery, y que consistía en un aparato que liberaba olor en una película para que el espectador pudiera saber lo que ocurre desde un punto de vista olfativo. Aunque no era nada nuevo: el uso de fragancias junto a películas data de 1916, antes incluso de la llegada del cine sonoro.
De este modo se pretendía que el usuario tuviera una experiencia más profunda con Internet. Pero no fue así. En 2006, el iSmell fue nombrado uno de las “25 peores productos tecnológicos de todos los tiempos” por la revista PC World.
2. Pets.com
Inaugurada en 1999 y cerrada en 2000, este negocio online de venta de artículos para mascotas es el paradigma de la burbuja punto.com. Sin plan de negocio, la compañía invirtió 11,8 millones de dólares en publicidad y sólo facturó 619.000 dólares. Perdía dinero con casi todas sus ventas, sobre todo al empezar a enviar gratuitamente mercancías pesadas como arena para gatos y comida para mascotas.
3. Edsel
Este modelo de automóvil de 1958 supuso pérdidas millonarias para la compañía Ford. El problema, básicamente, estribaba en el precio, sobre todo para lanzarse en plena crisis económica. Además, era un coche estéticamente horrendo, y su nombre no gustaba a nadie.
O tal y como señala Stephen Pile en El libro de los fracasos heroicos:
Aunque ya fue impopular desde el principio, la popularidad del coche decayó. Un informe comercial de la época comparaba la gráfica de ventas del Edsel con una pista de esquí terriblemente peligrosa. Añadía además que sólo se había dado un caso de robo de un Edsel, que se supiera.
El Edsel es muy codiciado por coleccionistas dada su fama de uno de los coches más feos existentes.Solo quedan 6.000 Edsels. En el capítulo de Los Simpsons “Tiene derecho a permanecer muerto“, Homer Simpson diseña un coche que arruina a la empresa de su hermanastro. Este coche es, claramente, una mezcla entre el Edsel y otro coche conocido como el Tucker Torpedo.
4. Segway
El dispositivo Segway es una plataforma con dos ruedas y una base de acelerómetros y sensores que hacen que la plataforma, sobre la que se sube una persona, se mueva según se incline esta última. Fue anunciado como producto revolucionador en cuanto a cómo vivíamos y cómo nos movíamos por las ciudades, pero, a día de hoy, sólo se suelen ver como reclamo medio de transporte turísitico en grandes ciudades. La compañía había esperado vender 50.000 unidades en el primer año, pero después de 21 meses sólo se habían vendido 6.000.
5. Zune
Este reproductor mp3 de Microsoft, para muchos, era mejor que el iPod, sin embargo no alcanzó nunca la masa suficiente de compradores. Su primera encarnación fue lanzada en 2006 y por cinco años, antes de que la línea fuera sacada del mercado en 2011.
6. Bindeez
Bindeez (también llamado Aqua dots), de la distribuidora Giochi Preziosi, era un juguete que te permitía crear muñecos mediante la utilización de pequeñas bolas de diversos colores, que eran encajadas en las oquedades de una suerte de lienzo de plástico. Se suponía que el contacto con el agua era inocuo, pero no era así: segregaban una sustancia similar al ácido GHB, conocido como “la droga de la violación”.
El juguete ya está retirado. Los efectos alucinógenos sólo se producían cuando sus piezas entraban en contacto con el agua, condición indispensable para jugar con Bindeez, pues sus componentes sólo se unían entre sí al mojarse.
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