Este fin de semana visité Barquisimeto, la ciudad musical de Venezuela, luce brillante, adornada por millones de luces que iluminan las calles, casas y avenidas por sus cuatro costados. Y una flor corona su belleza. La Flor de Venezuela, un monumento arquitectónico de mayor envergadura del siglo XXI, creada por el venezolano Fruto Vivas.
En el llamado Triángulo del este, donde confluye la zona de mayor desarrollo económico y cultural, y clavada sobre sobre la piedra madre, se erige, imponente, la estructura de metal bordeada por múltiples jardines de vegetación exótica y única.
Al visitarla haces un recorrido visual al exterior verde y gris que predomina en la obra. Por donde se mire presenta un trozo de la biodiversidad que identifica a nuestra Venezuela, con sus bosques húmedos y sus desiertos xerófilos que hace 14 años, en la fría ciudad de Hannover, en Alemania, representó a nuestro país en la feria mundial, y que acobijó a miles de visitantes hasta convertirla en la más visitada de la exposición internacional.
Alemania sucumbió ante la majestuosidad de la Flor de Venezuela, pabellón que en 2000 ganó el premio al mejor diseño de la Expo-Mundial, proyecto ideado y proyectado por el maestro venezolano Fruto Vivas, en la que converge la historia, la cultura, la biodiversidad y el ecosistema venezolano en los tres niveles que reciben un promedio de 80.000 visitantes al año.
Nueve años debió esperar el maestro Vivas para sembrar la flor que resaltó el nombre de Venezuela en su amado Barquisimeto. Los 20 containers, trasladados por mar desde Alemania, permanecieron a la espera de permisos para cultivar la tierra donde crecería el roraima de acero en la selva de concreto.
Adentro, en el primer de los tres niveles dispuestos para los visitantes, nuestro país se muestra en paredes y ventanales multicolores. La fotografía te lleva a Canaima, al llano apureño, a la Basílica de la Chinita. La identidad del venezolano contada por personajes populares que conjugan nuestra manera de ser, pensar y actuar, resguardado por un bosque de 24 banderas, símbolo de cada una de las regiones que nos integran.
A un lado, el mar... Al otro, el río... una muestra de la riqueza fluvial envuelve al visitante. El azul domina y envuelve. Relaja y traslada a la costa... al arrullo del riachuelo o al retumbar del Orinoco.
La orquídea de 16 pétalos permanece en su capullo, como a la espera de la ráfaga de sol que despliega las partes móviles, motorizados por todo un sistema hidráulico que tarda solo cinco minutos en mostrarse a toda Venezuela y que ha sido fotografiada por visitantes de Maracaibo, Caracas, Valencia, Portuguesa, Cumaná, Aragua y fotógrafos de latitudes como Alemania, España e Italia.
Un tercer nivel antecede a la flor, el nivel Natura, a unos 18 metros del suelo, desde donde los miradores externos ofrecen una espectacular vista de la urbe crepuscular por sus cuatro costados.
Las luces de esta gran estructura se observan a dos kilómetros de distancia.
Ahora el estado Lara redescubre la identidad del venezolano dentro de su flor. Una torre de babel criolla que reúne las características de cada una de las regiones del país como garante de continuidad en tiempo, como un tepuy que permanece indestructible en el ancestran macizo guayanés y con la delicadeza y belleza que la flor nacional, la Orquídea multicolor ofrece a propios y dentro y fuera de nuestras fronteras.
Se abre a quien la quiere conocer y amar, como quien conoce a Venezuela y la ama por siempre. La Flor de Venezuela florece cada día en Barquisimeto.
Todo lo que acaban de leer se escucha espectacular, pero la realidad es otra, La Flor de Venezuela está totalmente destruida, es lamentable observar como un monumento tan hermoso pueda estar tan destruido, el fin de semana estuve por aquellas tierras de Lara y al ver la flor abierta decidí entrar, conocía la historia de la obra, pero quería saber un poco más de ella, mi novia y yo nos adentramos a conocer ese espectacular monumento, hacemos nuestra entrada con una emoción peculiar, ambos estamos conociendo algo nuevo y que mejor si es algo tan cultural y hermoso como la flor, le cuento a ella lo poco que se de la flor, ella queda impresionada de lo mucho que logró el creador de esta obra en tierras lejanas, al entrar observamos un grupo de personas, la mayoría jóvenes, las cuales nos invitan a una visita guiada por toda la flor, la cual aceptamos.
La chica empieza su historia, muy parecida a la información recolectada que les coloque al iniciar esta publicación, mi novia y yo le prestamos atención y nos interesa conocer más sobre la flor, nos muestras el primer piso y de la chica salen las palabras mágicas "Esto no fue cuidado por la Gobernación del Estado Lara", al momento no le dimos importancia a tal declaración, continuamos con nuestra visita y subimos al piso 2 la chica nos cuenta "Lo que debería estar ahí" los distintos pabellones que darían vida a la riqueza floral de cada parte del país, nos repite la misma frase "Esto no fue cuidado por la Gobernación del Estado Lara", ya mi novia se da cuenta de la situación, nos están dando la visita guiada pero sólo están mostrando lo que está "roto", en efecto cada palabra que salía de la boca de esa chica era una queja peculiar por el mal estado de la flor, ojo que no esta mal en decirlo, ya que todo lo que estaba diciendo era cierto la flor esta destruida.
Seguimos nuestro rumbo al tercer piso, donde un viento larense golpea tu cara, obsequiandote un poco de frescura y aprovechas esa oportunidad de observar la ciudad por sus cuatro lados, la chica continua con su explicación y las quejas salían con una naturalidad estudiada que cualquier estudiante de bachillerato desearía.
Así termina nuestra visita por La Flor de Venezuela, con una visita particular y esperando su reapertura el mes de diciembre.
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